- Si te aburres, cómprate un mono.
- Si te pica, te rascas.
- Las pilas están en SU SITIO.
- ¿Voy a tener que ir yo?
- En casa, te enteras.
- Tira pa la calle que hace muy buen día.
- Esto lo hago por tu bien.
- Más me duele a mí.
- Algo habrás hecho.
- Como lo encuentre yo, no lo ves en un mes.
- Tú debes de pensar que el dinero crece en los árboles.
- No haber bebido.
- Hasta que no termines ese plato no te levantas de la mesa.
- ¿Sabes qué vas a ser de mayor como sigas así? Un desgraciado.
- Pregúntale a tu padre.
- Mientras vivas bajo mi mismo techo, harás lo que yo te diga.
- Si no hay, ¿qué hago? ¿Lo pinto?
- O apagas la maquinita esa o te la apago yo.
- No me montes una escenita.
- ¿Te crees que esto es una pensión?
- Y si todos se tiran por un puente, ¿tú también?
- Eso es que te tienen envidia.
- Tú no eres raro, eres especial.
lunes, 24 de enero de 2011
Filosofía materna
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